Ya está aquí, por fin, después de 9 meses de espera le tenéis en brazos. Parece tan pequeño. Y tan perfecto. Ya sólo querríais mirarle durante horas, como si nada más importara…
Esa sensación mágica que vivís los recién papás es la que quiero ayudaros a conservar para siempre: sus diminutos pies y manitas, las largas pestañas, esa piel recién estrenada, lo ligero que parece en vuestros brazos, las primeras miradas que os dirigís.
El momento ideal para hacer una sesión de recién nacido es dentro de las dos primeras semanas de vida. La razón principal es que suelen dormir más y relajar la expresión de la cara, adoptan posturas más redonditas, similares a las que tenían dentro del vientre y su piel aún no ha empezado a descamarse. Son sesiones muy tranquilas, en las que dedicamos sin prisa una mañana entera a observar y fotografiar a vuestro maravilloso bebé.
La sesión se realiza en The Messy Tree studio, un espacio inundado de luz, donde os encontraréis súper a gusto y disfrutaréis de una experiencia muy especial, tranquila, sin prisas, que os ayudará a celebrar que sois uno más en la familia. Un pequeño oasis de paz en la emoción de los primeros días.
Es recomendable reservar con tiempo, además me gusta que nos conozcamos durante el embarazo, tomando un café y charlando sobre la sesión. De esta manera, todo es más fácil y fluido cuando estemos haciendo las fotos.
Puedes ver algunas de mis fotografías de recién nacido aquí
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